miércoles, 18 de abril de 2012

miradas...

Miradas que no sabes que te quieren decir. Miradas que se encuentran trás tuyo, y no sabes cuál es la intención de ello. 
Si en tu vida, en general, no te han mirado con buenas intenciones, sueles odiar las miradas. Quién siempre ha sido querido por sus pares no tiene nada que temer, casi. Pero quién no, pues, prefiere mantenerse alejado de ello.

Yo soy indiferente a las miradas. Aprendí a serlo. Y no porque mi vida haya sido dura, y ahora me corte las venas (en todo caso, todos, TODOS, hemos sufrido de algo alguna vez, emocional y/o físicamente, el punto es en qué grado hemos sufrido, y en qué grado nos ha afectado. La muerte ni la felicidad es igual para todos, por poner un ejemplo). Pero bueno, eso, aprendí a no percatarme de éstas. Y ¿por qué?, pues, precisamente porque he sido del primer tipo de persona... a la cual usualmente no miraban con buenas intenciones. 

Por eso ahora no me confío, y no suelo o me cuesta distinguir miradas. A veces soy perseguida, porque no he tenido buenas experiencias. Suelo sentir más que buscan hacerme daño que atraerme en son de paz. Es complejo. Uno debe cuidar el modo en cómo mira a otros. Una mirada acepta o rechaza. Una mirada puede enamorar, o romperte el corazón. Si te dicen que parece que miraras feo a todo el mundo, es para preocuparse.

Acorde ha transcurrido la vida; el tiempo, las miradas hacia mi persona han cambiado, y claramente yo también he debido cambiar la mía. Eso sí lo he podido notar. Creo que a medida que me hago más "adulta" y mis pares también, nuestras miradas han ido madurando, y ahora vemos más allá de lo que solíamos ver. Antes eramos, sin ofender a nadie, bien pavos, demasiado superficiales, por ello las miradas eran generalmente despectivas, hirientes, y no buscábamos que nadie se nos acercara. Ahora por lo menos, siento que la gente a mi al rededor se da aunque sea un segundo para pensar las cosas antes de simplemente atacar. La gente (la que estoy conociendo, y algunas de las que he conocido) está cambiando, y gracias a Alá, Buddha y otros por ello. 

Me gusta sentir el apoyo de la gente, me gusta sentir la "buena onda"... me carga la gente que pretende destruir todo ello, y lo peor es cuando lo hacen de forma consciente. Sé que debo sonar bien melosa en este minuto, pero es la verdad. Soy así, qué le puedo hacer.

En fin, el punto es que en este momento hay miradas que no he logrado captar qué me quieren decir. Gente con la que no hablas pero te mira y te mira. Se siente esa mirada, no es de que uno se crea la muerte, pero se sienten. Están ahí. Como al tipo que le gustaba Helga en Hey Arnold (que perfección de monito animado *-*), igual, atrás de uno. Bueno, nunca tan baboso y psicópata, pero similar. Pero insisto, como no sé que me quieren decir, no sé como actuar, y al final, simplemente no actúo.

Tampoco es que me importe mucho, pero quería, con todo lo que he dicho, destacar esa forma de comunicación no verbal que poseemos los seres humanos que es tan fuerte. Mucho más, o simplemente más que las palabras a veces.

Por eso, si es que me miran (tratando de sonar lo menos egocéntrica posible) traten de no hacerme sentir mal con dicha mirada (porfi c:) y no lo hagan mucho porque me pone nerviosa, eso. XD

Y ustedes, ¿qué opinan de las miradas y de cuándo los miran? Yo sé que hay gente que lee este custión (sí, como dos personas, pero para mi eso es gente, numerosa y variada...), así es que, no sea tímido, y opine. Aquí nadie muerde, hasta donde sé.

-saludillos, y suerte en sus vidas pequeña gentecilla. Se les quiere aunque no comenten y sólo lean, chawiwi.-




he ahi mi mirada. Ahora yo los miro a ustedes 
(sí, es súper posera la foto, y qué. Aunque no fue sacada pretendiendo eso, y es súper vieja en realidad)

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